Paula Ballesteros

Recuerdo haber observado a Valentina antes de conocerla, en la técnica básica de ballet clásico con el maestro Iván Vargas (2019), esa fue la primera clase que compartimos, siempre lucía segura, concentrada y permanecía bien presentada. Era evidente su formación previa en ballet, realizaba preguntas coherentes, manejaba el lenguaje técnico y tenía un estilo propio al bailar que daba cuenta de su disfrute en la clase.
El año siguiente (2020-01) compartimos dos clases en las cuales puedo decir que comencé a conocerla. La primera clase fue la técnica básica de danza contemporánea con los maestros Humberto Canessa y Sara Fonseca. Para Valentina esta clase supuso todo un reto porque la invitaba a salirse de su forma habitual de moverse para adentrarse en nuevos lenguajes corporales que le eran complejos. Fue así como comencé a reconocer su tenacidad, a pesar de que le costaban los movimientos relacionados con soltar el peso, las invertidas y moverse fluidamente en el piso, no dejaba de practicarlos. Los repasaba una y otra vez, les preguntaba a varios compañeros como mejorar lo que estaba haciendo, resolvía sus dudas preguntando cuantas veces fuese necesario a los maestros, no temía hacerse en la primera fila de la clase con tal de poder observar con exactitud las indicaciones y fuera del salón continuaba pensando en cómo resolver con su cuerpo estos movimientos retadores. De manera que tarde o temprano comenzaba a apropiarlos, y al hacerlo festejaba orgullosamente y me pedía que la observara. Ya que lo menciono, es de resaltar que Valentina siempre pedía retroalimentación, su insistencia en ser observada o escuchada nunca fue de forma presumida, siempre lo hacía esperando una retroalimentación que le permitiese seguir avanzando o profundizando.

Foto tomada por Brian Ospina

Ese mismo semestre, compartimos el laboratorio de danza improvisación con la maestra Isabel Story y fue gracias a las conversaciones en esta materia que pude entender aún más su personalidad, su búsqueda en la carrera y sus intereses. Al expresarse siempre relucía su formación en psicología, las preguntas en torno a las que trabajaba siempre relacionaban el cuerpo con la psique, demostrando su interrelación acertadamente. De igual manera, pude notar su particular forma de expresarse con las palabras, tanto oralmente como de manera escrita, sus intervenciones siempre provenían de un lugar crítico, consciente y analítico.

La última clase que compartimos fue el laboratorio de somática y creación en diálogo a cargo de la maestra Jenny Ocampo y es aquí donde de nuevo se presenta un reto al adentrarnos en la virtualidad. Recuerdo que la carga académica de Valentina era bastante, pasó de bailar durante horas en la universidad a hacerlo en la sala de su casa, además de continuar con las clases de psicología. Al principio podía observar su incomodidad en el movimiento, aparte de la frustración de enfrentarse a nuevas tareas como la edición o la grabación de videos, pero aun así ella sacaba sus ideas adelante, de ser necesario con la ayuda de compañeros y siempre teniendo claras sus preguntas de investigación. Todo esto lo menciono porque Valentina es una persona que se esmera en cada cosa que hace, no recuerdo que entregara algo a medias o fuera de tiempo, por el contrario, siempre tenía en cuenta las fechas para anticiparse e ir adelantando sus entregas, por lo que a mi concepto es una persona organizada y muy puntual.

Por último, quiero resaltar que Valen es una persona entradora, sin miedo a dar su opinión y punto de vista. Es entretenido hablar con ella porque se expresa al tiempo con su cuerpo de manera natural y no le importa hacerse en el piso con tal de darse a entender. En muchas de nuestras conversaciones me di cuenta de su don para escuchar, puede permanecer mucho tiempo en silencio para escuchar y dar un buen consejo. Siempre está observando y analizando, esa cualidad de ir al detalle le permite desenvolverse apropiadamente en una técnica dancística y después de observarla improvisando es bello reconocer en ella sus avances, las barreras que ha roto y los riesgos que ha tomado, para descubrir nuevos lugares tanto es su cuerpo como en su psique.