Sara Regina Fonseca

Agradezco la confianza de Valentina al pedirme que escriba esta evaluación, y me da mucho gusto poder compartir mi percepción sobre su proceso.


Nosotras nos conocimos en el Laboratorio de Laban análisis, justo cuando Valentina ingresaba al ciclo profesional de la carrera. La recuerdo en ese entonces como una estudiante tímida, pero bastante receptiva y trabajadora. Creo que, en ese momento, la apertura a la exploración del movimiento por fuera de los códigos de la danza era una práctica más bien nueva para ella. Por esa misma razón, fue muy interesante ver cómo Valentina se dispuso, aún con cierta dificultad, a expandir su registro y a generar pequeñas rupturas en el lenguaje de la danza que ella conocía.

 

Tomada por Sebastián Galarza

Varios semestres más tarde fuimos compañeras en unas clases de técnica básica de circo, a las que yo entraba como asistente. Este encuentro fue bonito, porque pude ver de cerca algo que me conmueve mucho de Valentina. Me parece que ella se expone a lo que le cuesta trabajo, y me atrevo a decir que lo que le cuesta corre por cuenta de ciertos nervios, más no por cuenta de alguna falta de talento. Estas clases eran de acrobacia y en realidad ella lograba hacer los ejercicios bastante bien. Vi en Valentina una interesante mezcla de vulnerabilidad, valentía, consistencia y, sin duda alguna, capacidad.

Hacia el final de su carrera, Valentina tomó durante dos semestres la asignatura de técnica básica de danza contemporánea. No sé si ella lo tenga claro, pero yo recuerdo un proceso contundente y visible, aún en un grupo que era ya bastante potente. Valentina tiene una gran capacidad de reflexión y entendimiento, y su evolución se caracterizó por ser consciente y constante. Ella tiene una aproximación muy cuidadosa a la ejecución, y esto hace que las transformaciones en su movimiento sean claras y duraderas. Creo que en las clases había una buena parte de material y vocabulario de movimiento que eran un poco nuevos para ella. En ese momento, Valentina contaba con suficientes fundamentos para interiorizar la diversidad de cualidades, conexiones y ritmos que proponía la asignatura. Realmente se desempeñó muy bien. La segunda vez que ella tomó esta técnica básica, lo tuvo que hacer en modalidad virtual. Tengo que decir que para mí fue una presencia muy grata, pues en medio de esas condiciones difíciles, ella mantuvo siempre su rigor, su entusiasmo y su foco. Creo que Valentina cuenta con mucho potencial y también con unas claridades que le permitirán seguir explorando y profundizando en la danza, tanto en términos técnicos como en términos expresivos. Ella cuenta con la virtud de la consistencia y con un caudal emocional que, a mi parecer, podría dejar florecer más a menudo. Fue muy bello ver sus trabajos en las últimas clases de técnica básica, aún en el formato distanciador del video.

Por último, compartí con Valentina en la asignatura de Pesc Historia de la Danza Siglos XIX y XX, también en modalidad virtual, y durante la curva final de su proceso. Me alegró mucho poder escuchar sus reflexiones sentidas y profundas durante las clases. En sus intervenciones y trabajos puede ver que ella comprendió las búsquedas medulares de la asignatura, y que aceptó esa invitación a mirarnos bajo el reconocimiento de que nuestras maneras de danzar, e inclusive nuestras maneras de sentir, están atravesadas por múltiples historias cargadas de valores y maneras de entender el mundo.

Valentina es una mujer muy curiosa. Yo veo en ella una cautelosa pero constante disposición a los aprendizajes que expanden e inclusive desacomodan lo que ella ya conoce. La veo exponiéndose constantemente a ese salto acrobático que ella asume en una medida que reta sus nervios, pero que también corresponde a las posibilidades de su ser en el momento en que se encuentra. Su presencia es madura, sincera y dulce. Realmente ha sido muy bonito tenerla en las clases. Quizás, me gustaría aconsejarle que no dude en tomarse con propiedad los espacios, y que de vez en cuando le de rienda suelta al fuego. Creo que su presencia escénica se volverá más y más poderosa en la medida en que ella se deje invadir por las múltiples emociones que le ofrece su sensibilidad.

Yo confío plenamente en la manera en que Valentina asume sus procesos de aprendizaje y sus responsabilidades. Creo que ella tiene mucho que aportar al gremio desde la manera comprometida y consistente en que trabaja, desde su particular consciencia social y desde sus habilidades como artista. Presiento en Valentina además una gran vocación para la pedagogía, y veo mucho potencial en la integración de su profesión artística con la profesión de su otra carrera, la psicología. Será una gran alegría verla florecer en todos los aspectos, y espero que ella siga alimentando la confianza en toda la fuerza intelectual, física y expresiva que tiene.

Con mucho cariño,

Sara